jueves, 2 de julio de 2020

El mundo no puede  ESTAR GUIADO  por una mecánica que descuida al equilibrio que da o que solo permite la razón,  la acción consecuente con la realidad   o los válores éticos.
Por eso toda mi vida he estado segundo tras segundo, a total decencia, demostrando irrebatiblemente que tal descuido (tan asesino de todo el bien) lo realizan los que mueven la sociedad  o los valores movidos de la sociedad o los protagonismos de la sociedad hacia un sitio u otro; sí, digo "los que mueven la sociedad" porque con real capacidad  influyen "como poderes" o como apegados a algún poder para impedir cobarde e irracionalmente muchas cosas  (los valores éticos por ejemplo).
Y esos son no más, a total verdad inengañable y racionalmente innegable, que los mismísimos intelectuales, los escritores, los científicos, los artistas, los jueces, los políticos, etc, que, a través de la malísima ejemplaridad, el obvio pisoteo que ellos mismos hacen "al que genera verdad" o "a ése que usa razón depurada de sinrazones"  y la dualidad que imponen en todo, ellos hacen lo que les da la gana e INMORALMENTE ponen lo malo por bueno (en un disimulo total) para que siga tal asesinar al bien, escalofriante, ¡como si nada!, por el que pasan de puntillas y...   bailando satánicamente.
Al final, lo que pasa es que :
--el bien agoniza (lo tiene todo en contra o recibe los palos de todas ésas sinrazones continuamente),
--lo bueno agoniza,
--el que defiende al bien agoniza
--y, lo que representa al bien, ¡agoniza! objetivamente solo y nada más que solo  por la CRUEL  Y "ASESINA" INMORALIDAD DE ELLOS.
"Lo ético" de verdad no puede permanecer callado, cobarde servidor, consentidor, benefactor, cómplice y partícipe de eso; aunque le cueste agonizar millones de veces más que Jesucristo. ¡Sí!, ¡así es en decencia!

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