domingo, 1 de marzo de 2015

Cientos de millones de personas FUERON CONVENCIDAS -casi plenamente- por Stalin, millones fueron convencidas por Hitler, millones fueron convencidas por Ayatolá Jomeini, millones fueron convencidas por Mao, millones fueron convencidas por Bush, etc.; pero, tan solo dos o cuatro fueron convencidas por Miguel Hernández o, incluso, por Galileo. Así es, se repite y se repite, hay un FONDO HORRIBLE en el cual cae la mayoría -que mueven todos-: el ser convencidos plenamente por el irracional dulcificador de la crueldad  - a solo mediación de estupideces demasiado emocionadas  o sublimadas por las demagogias-.
Sus emociones están guiadas -DIRIGISMO-, no por la valoración libremente crítica o racional, sino por la imposición mediática de la alineación, de la imagen y de un bla-bla recurrente de pensamientos únicos -irracionales- sobreprotegidos.
PERMITIR LA MALDAD -sinrazón- es darle posibilidades a la maldad a través de la confusión, de la desinformación o de la manipulación, del consentimiento, de la alineación sin condiciones, del impedir derechos humanos, de la censura a la razón, de la frivolidad, etc. Y esto lo hacen cientos de veces al día los intelectuales españoles.

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