La injusticia sólo empieza en el DESPRECIO a la razón; el que actualmente tienes.
La realidad funciona EN VERDAD DE VALORES ÉTICOS únicamente si tu aprecias y proteges tal verdad -y al que la demuestra, con reglas objetivas: las de la razón-.
La verdad real -de lo que existe-, y la que perfectamente -por voluntad- puede ser real, funciona en sociedad si tú la reconoces primero y no le das de lado -por otros intereses particulares, pillos, buenistas o perversos que te meten a toneladas-.
La verdad real -de lo que existe-, y la que perfectamente -por voluntad- puede ser real, funciona en sociedad si tú la reconoces primero y no le das de lado -por otros intereses particulares, pillos, buenistas o perversos que te meten a toneladas-.
Siempre sufre el mismo, el que nunca recibe de ti ni directa ni indirectamente alguna ayuda, porque jamás -con probación- has ayudado a lo que solo aporta en desprotección -algo nazi-.
ResponderEliminar----
Si no permites, apoyas ni valoras a quien tanto ha estado sembrando razón-ética ¿qué beneficio haces al bien o a la razón-ética?
Esto es lo que esquivan muchos españoles UNA Y OTRA VEZ, y no se enteran, y no son conscientes ni en un ápice.
Siguen y siguen, al montaje destructor del buenismo perverso o de la confunsión de color de rosa, y no paran así de destruir.
----
Si no permites razón ¿cómo va a haber razón?, H de la gran mierda; si no permites a Jesucristo realizarse en algo ¿cómo va a haber cristianismo?; si no permites que se vea la luz, ¿cómo se va a saber que está ahí?
Y así todo... ¡pero no lo permiten!, son duros de mollera puerca.
-----
En la sociedad, se construye y se destruye; en la vida, se construye y se destruye; y porque sigan los valores éticos, se construye y se destruye.
Pues la prueba infalible de que se construye es que se APORTA racionalidad y soluciones, ejemplaridad y desobediencia -denuncia- a las injusticias.
Sí, Jesucristo, Gandhi, etc. lo hacían, pero ¿con amabilidad los ayudariáis? No casi seguro, ya que es muy incómodo salirse del "silencio cómplice de los corderos" y el bien sin influencias -sin poder- a lo miserable no se reconoce.
Existe un "odio subconsciente" de no ayudar a lo que no es poder (gusta arrimarse a los grandes aunque sean corruptos, a los imponentes con violencia de injusticia -la peor-, a los influyentes, a los demagogos porque son reflejo de los que los escuchan, a los guaperas, a los de buena raza, del buen lo mismo, etc.)