domingo, 2 de agosto de 2015

SABER VALORAR es la base de cualquier civilización y de cualquier humanización, es decir, es el RESULTADO -objetivo- de que se ha aplicado bien la racionalidad ética sin otros intereses privados o de conveniencia parcial. Sí, es lo más importante, el contenido sin engaños o trucos, la prueba de que se va correctamente por el camino adecuado sin errores, el fruto -no corrupto- del haber cumplido con lo más humano 
 Al saber valorar se consigue:
-   El valorar conscientemente "lo que tienes".
-   El valorar y reconocer con autocrítica "lo que haces".
-  El haber valorado -o sea, el tenerlo claro con reflexión y con criterios éticos, no demagogos o de grupo mediático, de moda o de presión- "lo que vas a hacer" de correcto.
-   Y el valorar "lo que tienes que renunciar" para no ser parcial, interesado o injusto en algo.

SABER VALORAR es siempre no alejarte de lo imprescindible: de la razón ética y de quienes la demuestran (sí, algo que tiene los mayores riesgos o esfuerzos: prioridades, renuncias, y miles de choques contra los que se dejan llevar fácilmente por lo contrario).
La ética solo se puede valorar éticamente; y la razón con aplicadas reglas de razón. Solo cuando ya has valorado una cosa, puedes cuidarla o protegerla bien

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