sábado, 31 de enero de 2015

¿QUÉ IMPIDE LA LIBERTAD?
Para que algo progrese o mejore, imprescindible u obligatoriamente ha de liberarse de algo, de algo que lo sujeta para que no avance en mejoría o para que no abandone su inmovilismo de antinatura
Estas diferentes sujeciones son -considerando que unas se adaptan y otras no-:
Tradición o costumbre -normalmente se adapta, por desinhibición-
Ley -se adapta a veces, conforme al poder político, autoritario o no-.
Mito -no es un gran obstáculo, pues llega a ser compatible con la libertad, si se acepta el conocimiento abierto y racional-.
Tabú o superstición -esta sujeción es de las más peligrosas, ya que anula la razón a través de la fe ciega y el miedo-.
Alineación de clase; sí, aun las ideologías son luchas de clases -es una sujeción que la sociedad tardará en superar, puesto que el rico o privilegiado busca siempre liberalismo o conservación de sus privilegios y, el desgraciado o pobre, busca protección o aperturas de reparto o de amparo social-.
Religión o su jerarquía en comodidad inamovible -siempre impedirá la libertad de la mujer y es, además, una sujeción incontestable que se otorga a sí misma un poder o permanencia eterna; es muy difícil de vencer si se dogmatiza aún más sin autocrítica-.
Desinformación por la acción mediática -sustituye  la razón, la ética y conciencia por el rumor, el bla-bla interesado y la frivolidad; sí, machacando diariamente en la formación de niños y de gran parte de la sociedad muy sugestiva, es una sujeción claramente peligrosa-.
Muy claramente -con toda demostración-, Jesucristo se rebeló contra lo que se estaba haciendo de su propia religión, contra toda aquella jerarquía falsa que hablaba de su padre o de Dios. Sí, lo primero que hizo Jesucristo fue desenmascarar toda aquella falsedad, de mercaderes, de privilegiados y de jefes que no tenían idea de la fe y de la práctica de esa fe. E hizo muy bien con rebelarse, y decir las cosas claras del corazón, no gustasen, ofendieran o lo que sintieran tantos falsantes. Quizás fue el rebelde -por exigir o reclamar lo limpio- que más ofendió en aquel lugar de la historia; pero, era limpiamente su deber del alma.

viernes, 16 de enero de 2015

La corrupción no es solo política, ni financiera, ni de evasión de impuestos, etc., sino es todo lo que haces engañándote a tí mismo, engañando a los demás y engañando a los valores éticos. 
Corromperte es perder la autoridad ética por exigir, es perder el honor, el respeto y la dignidad por ti; es venderte por unos beneficios como parte del negocio del mal.
Si decides desproteger a la naturaleza, eso siempre tiene unas consecuencias de mal por ti; porque la naturaleza no tiene el cuido que la ética te exige a ti.  Igualmente, si decides desproteger a la razón o al que la demuestra,  el mal ya es seguro por ti.